RESPIRACION HUMANA
En los seres humanos y en otros vertebrados, los pulmones se localizan en el interior del tórax. Las costillas forman la caja torácica, que está delimitada en su base por el diafragma. Las costillas se inclinan hacia adelante y hacia abajo cuando se elevan por la acción del músculo intercostal, provocando un aumento del volumen de la cavidad torácica. El volumen del tórax también aumenta por la contracción hacia abajo de los músculos del diafragma. En el interior del tórax, los pulmones se mantienen próximos a las paredes de la caja torácica sin colapsarse, debido a la presión que existe en su interior. Cuando el tórax se expande, los pulmones comienzan a llenarse de aire durante la inspiración. La relajación de los músculos tensados del tórax permite que éstos vuelvan a su estado natural contraído, forzando al aire a salir de los pulmones. Se inhalan y se exhalan más de 500 cc de aire en cada respiración; a esta cantidad se denomina volumen de aire corriente o de ventilación pulmonar. Aún se pueden inhalar 3.300 cc más de aire adicional con una inspiración forzada, cantidad que se denomina volumen de reserva inspiratoria. Una vez expulsado este mismo volumen, aún se pueden exhalar 1.000 cc, con una espiración forzada, cantidad llamada volumen de reserva espiratoria. La suma de estas tres cantidades se llama capacidad vital. Además, en los pulmones siempre quedan 1.200 cc de aire que no pueden salir, que se denomina volumen de aire residual o alveolar.
Los pulmones de los humanos son rojizos y de forma piramidal, en consonancia con la forma de la cavidad del tórax. No son simétricos por completo, en el pulmón derecho se distinguen tres lóbulos y en el izquierdo dos, el cual presenta una cavidad donde se alberga el corazón. En el medio de cada uno de ellos está la raíz del pulmón, que une el pulmón al mediastino o porción central del pecho. La raíz está constituida por las dos membranas de la pleura, los bronquios, las venas y las arterias pulmonares. Los bronquios arrancan de los pulmones y se dividen y subdividen hasta terminar en el lobulillo, la unidad anatómica y funcional de los pulmones. Las arterias y las venas pulmonares acompañan a los bronquios en su ramificación progresiva hasta convertirse en finas arteriolas y vénulas de los lobulillos, y éstas a su vez en una red de capilares que forman las paredes de los alveolos pulmonares. Los nervios del plexo pulmonar y los vasos linfáticos se distribuyen también de la misma manera. En el lobulillo, los bronquiolos se dividen hasta formar los bronquiolos terminales, que se abren al atrio o conducto alveolar. Cada atrio se divide a su vez en sacos alveolares, y éstos en alveolos.
Los principales centros nerviosos que controlan el ritmo y la intensidad de la respiración están en el bulbo raquídeo (o médula oblongada) y en la protuberancia anular (o puente de Varolio) del tronco encefálico (véase Encéfalo). Las células de este núcleo son sensibles a la acidez de la sangre que depende de la concentración de dióxido de carbono en el plasma sanguíneo. Cuando la acidez de la sangre es alta, se debe, en general, a un exceso de este gas en disolución; en este caso, el centro respiratorio estimula a los músculos respiratorios para que aumenten su actividad. Cuando la concentración de dióxido de carbono es baja, la respiración se ralentiza.
Un fallo circulatorio puede provocar anoxia en los tejidos del cuerpo cuando el volumen circulatorio es inadecuado o cuando la capacidad de transporte de oxígeno está alterada. Para consultar otras perturbaciones del sistema respiratorio, ver los artículos sobre las enfermedades en particular, como, por ejemplo, Asma bronquial; Síndrome de descompresión rápida; Bronquitis; Resfriado común; Difteria; Gripe; Pleuresía; Neumonía; Tuberculosis.
Respiración humana
Cuando el diafragma se contrae y se mueve hacia abajo, los músculos pectorales menores y los intercostales presionan las costillas hacia fuera. La cavidad torácica se expande y el aire entra con rapidez en los pulmones a través de la tráquea para llenar el vacío resultante. Cuando el diafragma se relaja, adoptasu posición normal, curvado hacia arriba; entonces los pulmones se contraen y el aire se expele.
LA VENTILACION PULMONAR
Para vivir necesitas respirar y si no lo hicieses no serias capaz de correr, jugar, comer, trabajar o dormir. Si haces una respiración profunda sientes como tu pecho se hincha. ¡Son tus pulmones que están trabajando!
¿CÓMO SON TUS PULMONES Y DÓNDE ESTÁN?
Tus pulmones se parecen a dos esponjas grandes de color rosa. Los pulmones están en el tórax, dentro de la cavidad torácica. La cavidad torácica está rodeada por los huesos de las costillas. Las costillas forman una especie de jaula, que recibe el nombre de caja torácica, en cuyo interior, además de los pulmones, está el corazón. Como veremos después, tus pulmones y tu corazón trabajan juntos para ayudarte a respirar.
Uno de tus pulmones se encuentra situado en el lado izquierdo de la cavidad torácica y el otro en el derecho. Tu corazón está colocado aproximadamente entre ambos. Entre las costillas hay unos músculos fuertes, los músculos intercostales. En el suelo de la caja torácica existe un músculo muy potente, el diafragma.
Cada vez que tomas aire del exterior, tus pulmones se llenan y se inflan como balones. Cuando introduces aire en tus pulmones inspiras. Cuando expulsas aire para vaciar tus pulmones espiras.
Cuando tu pecho se hincha, es decir, cuando inspiras, tus pulmones se inflan y el diafragma se desplaza un poquito hacia abajo. De esta manera los pulmones pueden alargarse. Al mismo tiempo, tus músculos intercostales también se estiran y agrandan tu caja torácica. Tus pulmones tienen espacio para hincharse.
Cuando expulsas el aire hacia fuera ocurre lo contrario. Tus pulmones se vacían, y tu diafragma y los músculos intercostales se relajan y vuelven a la posición que tenían al principio.
Sorprendentemente, el tipo de aire que inspiras es diferente del tipo de aire que espiras. Esto se debe a que al respirar se producen cambios muy complicados dentro de tu cuerpo.
¿CUÁNTO AIRE PUEDES INTRODUCIR DENTRO DE TU CUERPO?
Cuando corres notas que el tórax se mueve mucho más rápido que cuando estás sentado. Esto se debe a que tus pulmones tienen que trabajar más duramente y necesitas tomar más aire de lo normal. Un adulto sano puede utilizar de 3.500 a 5.000 mililitros de aire cuando está haciendo ejercicio. ¡Cuando está sentado esta cifra disminuye aproximadamente a solo 150 o 200 mililitros! Tus pulmones son elásticos y saben cómo expandirse.
¿QUÉ OCURRE CON EL AIRE DENTRO DE TU CUERPO?
Acabamos de descubrir que cuando respiramos tomamos aire del exterior. El aire puede entrar en tu cuerpo a través de la nariz o de la boca. Desde aquí, viaja por un tubo que va desde la parte posterior de tu garganta hasta los pulmones. Este tubo se llama tráquea. Antes de entrar en los pulmones la tráquea se divide en dos tubos más pequeños, los bronquios. Cada bronquio se divide a su vez, dentro de los pulmones, en otros más pequeños. Por su parecido a las ramas de un árbol recibe el nombre de árbol bronquial. Para hacerte una idea, imagina los bronquios dentro de tus pulmones como dos árboles colocados hacia abajo con las ramas más grandes dividiéndose en ramas más pequeñas y estas a su vez en ramitas que se dividen de nuevo en otras más pequeñas. Al final, los tubos son realmente muy finos y estrechos. Estos tubitos tan estrechos se llaman bronquiolos y terminan en unos sacos diminutos llenos de aire que se denominan alveolos. Si pudieras extender las paredes de todos los alveolos de tus pulmones, estos cubrirían una superficie de cerca de 93 metros cuadrados. ¡Casi el tamaño de media pista de tenis!
¡En el alveolo es donde termina la primera parte del viaje y donde empieza la magia! Dentro del alveolo el aire empieza realmente a trabajar y su trabajo es mantenerte vivo.
EFECTOS NOCIVOS DEL NITROGENO Y DEL MONOXIDO DE CARBONO EN EL SER HUMANO.
Alveolo, saco terminal del aparato respiratorio en el que se realiza el intercambio de gases entre la sangre y el aire respirado (véase Pulmones; Respiración).
Cada alveolo está envuelto por una tupida red de capilares interconectados entre sí. El revestimiento interno de los alveolos está compuesto por neumocitos tipo I, aplanados, a través de los que se produce el intercambio de gases, y neumocitos tipo II, redondeados, que fabrican el surfactante pulmonar (sustancia que disminuye la tensión superficial de la interfaz aire-líquido facilitando la expansión alveolar). Las paredes de separación entre alveolos presentan intercomunicaciones (poros de Kohn), abundantes fibras elásticas (responsables de la contracción pulmonar durante la espiración) y macrófagos encargados de la primera barrera de defensa inmune.
En las neumonías los alveolos se rellenan de exudado inflamatorio que impide la entrada de aire. En el edema de pulmón se infiltran de líquido las paredes de capilares y alveolos, lo que impide el intercambio de gases. El enfisema pulmonar aparece cuando se destruyen las fibras elásticas de las paredes alveolares.