LOS SUELOS
Cubierta superficial de la mayoría de la superficie continental de la Tierra. Es un agregado de minerales no consolidados y de partículas orgánicas producidas por la acción combinada del viento, el agua y los procesos de desintegración orgánica.
Los suelos cambian mucho de un lugar a otro. La composición química y la estructura física del suelo en un lugar dado están determinadas por el tipo de material geológico del que se origina, por la cubierta vegetal, por la cantidad de tiempo en que ha actuado la meteorización, por la topografía y por los cambios artificiales resultantes de las actividades humanas. Las variaciones del suelo en la naturaleza son graduales, excepto las derivadas de desastres naturales. Sin embargo, el cultivo de la tierra priva al suelo de su cubierta vegetal y de mucha de su protección contra la erosión del agua y del viento, por lo que estos cambios pueden ser más rápidos. Los agricultores han tenido que desarrollar métodos para prevenir la alteración perjudicial del suelo debida al cultivo excesivo y para reconstruir suelos que ya han sido alterados con graves daños.
El conocimiento básico de la textura del suelo es importante para los ingenieros que construyen edificios, carreteras y otras estructuras sobre y bajo la superficie terrestre. Sin embargo, los agricultores se interesan en detalle por todas sus propiedades, porque el conocimiento de los componentes minerales y orgánicos, de la aireación y capacidad de retención del agua, así como de muchos otros aspectos de la estructura de los suelos, es necesario para la producción de buenas cosechas. Los requerimientos de suelo de las distintas plantas varían mucho, y no se puede generalizar sobre el terreno ideal para el crecimiento de todas las plantas. Muchas plantas, como la caña de azúcar, requieren suelos húmedos que estarían insuficientemente drenados para el trigo. Las características apropiadas para obtener con éxito determinadas cosechas no sólo son inherentes al propio suelo; algunas de ellas pueden ser creadas por un adecuado acondicionamiento del suelo.
CLASES DE SUELO
Los suelos muestran gran variedad de aspectos, fertilidad y características químicas en función de los materiales minerales y orgánicos que lo forman. El color es uno de los criterios más simples para calificar las variedades de suelo. La regla general, aunque con excepciones, es que los suelos oscuros son más fértiles que los claros.
Según su textura, se puede encontrar suelos arenosos, arcillosos, humiferos entre otros.
· En los Suelos Arenosos: predomina la arena, son ásperos y poco compactos, dejan pasar el agua con facilidad a capas más profundas en donde puede ser aprovechada por las plantas.
· En los Suelos Arcillosos. Predomina la arcilla. Formados por partículas muy pequeña. Son suelos finos, compactos, retienen el agua y pueden ser aptos para la agricultura, siempre y cuando la región no sea muy lluviosa, pues de lo contrario se inunda.
· En los suelos humiferos u orgánicos predominan el humus y arena fina. Tiene característica y elemento necesarios adecuados para el cultivo.
· Los Suelos volcánicos. Están enriquecidos por los productos que emanan de los volcanes. Son poco ácidos y muy fértiles, por su riqueza en sustancias minerales.
· Los suelos aluviales. Están formados por los sedimentos que el agua y el viento arrastran desde distintos lugares. La diversidad de sus componentes hace que estos suelos sean muy fértiles, por ello la agricultura en ellos puede ser intensa.